Milagros cotidianos

Escultura Hoy recordamos la aprobación del milagro (hace ya 12 años) que llevó a la Madre Juana María a la Beatificación.
Y me pregunto ¿cuántos milagros anónimos habrá hecho a lo largo de los años?, ¿cuántos milagros de los que acontecen en la vida cotidiana?, ¿de cuántos milagros habrán sido y son testigos las paredes de esta casa?, …
Me pregunto por esos milagros que parecen no ‘contar’ para llevar a alguien a los altares: las personas que han encontrado sentido a sus vidas, las mujeres que se han sentido dignificadas, las jóvenes que han encontrado trabajo, aquellos que al entrar en la casa han encontrado paz, sosiego, serenidad, los que se han sentido queridos, los que han percibido que Dios estaba en sus vidas, las mujeres que han vuelto a sonreir, las miradas que han recobrado la luz…
Sí, todos esos milagros (que parecen no serlo), acontecen a menudo en nuestra casa gracias a la intercesión de la Madre Juana María, gracias a su presencia silenciosa entre nosotras, gracias al legado que nos dejó. Un legado, humano y espiritual, que nos impulsa a cada Esclava de María a buscar vivir como ella, con su talante y su estilo, con su espíritu y su espiritualidad. Un legado que nos empuja y nos alienta para no desfallecer en el intento de dar respuesta a las necesidades de las mujeres obreras de hoy. Unas obreras ¡tan distintas y tan iguales! a las que ella encontró por el camino de las Moreras a finales del siglo XIX y que hoy, a principios del siglo XXI, vienen por el camino de las pateras, por el de los controles de los aeropuertos, con el miedo a ser ‘devueltas’, deportadas, a sus países sin alcanzar mínimamente su objetivo de procurar una vida más digna a sus familias…
Sí, el legado de la Madre Juana María late, vibra, entre las paredes de nuestra casa.
Recordar hoy la aprobación del milagro por el que la beatificaron nos invita a tomar conciencia de los milagros cotidianos que, por su intercesión, acontecen cada día.
Recordar nos impulsa a ser mediadoras de esos milagros que dignifican y vivifican, de esos milagros que engendran vidas nuevas esperanzadas y esperanzadoras.