Tras su estela

Arque

Hoy la Iglesia conmemora a la Beata Juana María, cuya vida me cuestiona e interpela.

Al adentrarme en ella, Juana María me invita hoy a releer su vida y su misión; a revitalizar su proyecto y su carisma; a redescubrir sus inquietudes y anhelos; Juana María me invita a vivir mi historia personal y, ¿por qué no?, la historia de mi congregación, desde la clave que orientó y polarizó su vida: el Evangelio.

Al optar por las obreras desde la clave del Evangelio, Juana María escribe una profecía en la que el gozo y la esperanza son las líneas de un proyecto escrito con la pluma de la fraternidad y delineado con el cincel del amor.

Juana María se sitúa plenamente en la línea de orientación que el Papa Francisco nos marca hoy a los cristianos, en general, y a la vida religiosa, a la que la Iglesia dedica este año 2015, en particular: una vivencia radical del Evangelio. Juana María vive el Evangelio desde la sencillez, la cercanía, la acogida, la comprensión… la sencillez de quien teniendo todo se desprende hasta de sí misma; la cercanía de bajarse de su status social para hacerse una con las mujeres más humildes; la acogida de las obreras en su corazón y en su casa; la comprensión de la injusticia y la opresión que vivían las obreras. Juana María opta por ellas al optar por el Evangelio; opta por el Evangelio al apostar por la dignidad de las obreras; opta por la dignidad de las obreras al centrar su vida en el Dios de la Vida.

El estilo de vida de Juana María y su vivencia radical del Evangelio son un ejemplo y un estímulo para mí, me urgen a escribir las líneas de mi historia con su misma pluma: el amor oblativo. Son la invitación que me lanza a caminar tras su estela. ¿Y a tí?